La quinoa está muy de moda, y no faltan razones porque es un alimento de lo mejor, y del que te hablaré seguro más adelante en un post. Sin embargo, quiero que conozca a otro gran protagonista de mi cocina: el trigo sarraceno. Ya, hace unos meses, te lo daba a conocer con mi primera receta, Tortitas con solo dos ingredientes (o Pancakes). También compartía contigo la receta del Smoothiebowl de algarrobo con trigo sarraceno activado y frutas variadas. Sin embargo, en la receta de hoy, te presento a mi querido amigo con otro formato totalmente distinto, pero igualmente delicioso. Dale una oportunidad porque está para chuparse los dedos.
Albóndigas de trigo sarraceno al pimentón
La receta de hoy es sencilla y tiene muchas variantes posibles. Tengo ganas de compartir contigo otras versiones de estas maravillosas albóndigas, pero, de momento, vamos a empezar por una de las versiones más sencillas que se pueden hacer.
¿A quién no le gustan las albóndigas? Es raro ¿verdad? Es un plato sencillo de hacer, delicioso y divertido. A mí siempre me ha encantado. Desgraciadamente, cuando comía las deliciosas albóndigas caseras de mi padre, siempre terminaba con el estómago súper pesado. Eran unas albóndigas con carne de calidad y hechas con mucho amor, y, aunque mi paladar las disfrutaba como una enana, mi estómago no lo pasaba tan bien. Sin embargo, cuando dejé de comer carne, quise buscar una alternativa saludable a ese plato tan tradicional, y una de las primeras versiones de albóndigas que hice fue ésta.
Lo que más me gusta de esta receta es lo jugosa que queda la albóndiga por dentro. No llevan pan, ni ningún tipo de harina (salvo la que utilizas para rebozarlas por fuera). Además, de ser una forma diferente de comer el trigo sarraceno en grano, también es de las más interesantes cuando empiezas a probar este pseudo-cereal. Y es que el trigo sarraceno resulta para muchos un grano con un sabor peculiar.
Si estás en el proceso de vegetarianizar tu dieta, te recomiendo que utilices esta receta. Si comes carne, puedes añadir un poquito al trigo sarraceno cocinado a la carne picada, y así ir transformando gradualmente tus albóndigas de toda la vida en una versión más sana.
Y ahora, sin más preámbulos, pasemos a la receta de las deliciosas albóndigas de trigo sarraceno al pimentón.
Ingredientes
1 vaso de trigo sarraceno en grano
1 cebolla picadita
1 diente de ajo picadito
1 guindilla (opcional)
1 cta de pimentón dulce o picante
150 gr de tofu
1 cda de orégano (o perejil picado)
1 pizca de sal sin refinar
1 pizca de pimienta molida
Aceite de oliva virgen extra
Harina de arroz integral (puedes sustituir por cualquier otra harina: quinoa, trigo sarraceno, etc.).
Aquí tienes una foto de los ingredientes principales:
Elaboración
1. Prepara el trigo sarraceno: Lava muy bien los granos en agua. A continuación, cuécelo en una olla. Para ello echa dos vasos de agua y pon un poquito de sal. Tapa y, cuando rompa a hervir, incorpora el trigo sarraceno. Baja el fuego y deja la olla medio tapada. Deja que se cocine. Sabrás que ha terminado cuando se haya consumido todo el agua. Reserva.
2. Dale al aceite un toque picantito (Paso opcional). Para ello, en una sartén mediana echa 4 cucharadas de aceite y, cuando se haya calentado un poquito, incorpora la guindilla. Si troceas la guindilla, picará más que si la añades entera. Yo la corté en tres trozos. A continuación, remueve un poco para que el aceite coja el sabor de la guindilla y le dé un ligero toque picante. Este paso, si no te gusta el picante, lo puedes omitir. También puedes retirar la guindilla del aceite, una vez que el aceite haya cogido el saborcillo, si no te gusta el picante en exceso.
3. Prepara el pochadito de cebolla Incorpora la cebolla y el ajo, y pocha. Cuando ya estén prácticamente pochada, incorpora el pimentón y remueve. No pongas el fuego muy alto para que no se queme el pimentón. Echa un chorrito de agua, de vino blanco o de caldo de verduras. Y deja que se consuma. De este modo, el pimentón no se quemará y dará mucho saborcito a las albóndigas.
4. Prepara la masa de las albóndigas: En un bol grande incorpora el trigo sarraceno cocinado, la cebolla y ajo pochadito con el pimentón, el orégano, la pimienta molida, sal, y el tofu (dismigájalo con las manos). Mezcla todos los ingredientes en el bol hasta que estén bien incorporados. A continuación, déjalos en la nevera un par de horas para que la masa se compacte más y los sabores se impregnen. Si no tienes tiempo, también las puedes hacer sobre la marcha, que quedan muy ricas.
5. Dale forma a las albóndigas: con las manos húmedas coge la masa necesaria para formar una albóndiga. Con las manos iremos dando la típica forma de las albóndigas. Las primeras “pasadas” por las manos es importante que aprietes y compactes bien la masa para que queden bien prensadas y no se abran cuando las vayas a freír. Según vayas formando las albóndigas coloca en un plato o una fuente grande.
6. Enharina las albóndigas. Si ves que las albóndigas no están muy compactas, puedes pasarlas dos veces por harina. Pero si sigues los pasos, no tendrás ningún problema.
7. Fríe las albóndigas en suficiente aceite caliente, pero que no llegue a humear. Vete dándole la vuelta para que se vayan dorando por ambos lados. Una vez que estén hechas, retira sobre un plato con papel absorbente.
Estas albóndigas están tan ricas y jugosas que se pueden tomar tal cual, sin salsa alguna. A mí me gusta acompañarlas de una buena ensalada. Si lo prefieres, puedes preparar una salsa de tomate casera, salsa de cebolla o cualquier otra de tu elección.
Si tienes cualquier duda , aquí estoy para echarte una mano.
Un abrazo,
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